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La
idea sobre la existencia de los duendes y
hadas, es común en las más
diversas culturas. Éstos, son seres que cuentan
con el don de poseer cierta magia y poderes. Los duendes,
específicamente, son seres elementales de la
Naturaleza. Y aunque son difíciles de contactar,
muchas personas aseguran haberse encontrado en algún
momento de su vida cara a cara con ellos. Son típicos
habitantes del continente europeo, aunque no faltan
quienes afirmen que también existen en Sudamérica.
En cambio, cuando nos referimos a las hadas, quizás
no sepamos explicar el significado preciso del término,
pero sí todos entendemos a qué nos referimos.
Y nos guste o no, y para bien en la mayoría
de los casos y para mal en algunos, los duendes y
hadas están en este mundo con nosotros.
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Los
duendes son seres de escasa y diminuta estatura; miden
entre los treinta centímetros y un metro de
altura. Su hábitat natural generalmente son
los bosques, aunque algunos habitan en los jardines
y los fondos de ciertas casas, propicias para ello.
Ya que a estos simpáticos hombrecillos les
agrada la compañía de los niños
asi como a las hadas(por su pureza de corazón),
para jugar con ellos. Son de buen carácter;
estando por lo tanto casi siempre de buen humor. Aunque
también existen duendes malvados, capaces de
hacerle daño a los humanos, si éstos
los enojan. Por ese motivo es conveniente evitar ofenderlos,
por ejemplo: dudando de su existencia, de sus poderes
o burlándose de su apariencia.
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Apariencia
de los duendes y hadas |
Quienes han tenido el privilegio, o quizás
la virtud de verlos, cuentan que son de aspecto muy
gracioso: con sus largas y blancas barbas, los anchos
cinturones y zapatos con grandes hebillas y las ropas
de muchos colores.
El don más preciado
y destacable con que cuentan los duendes y hadas,
son sus mágicos poderes, con la utilización
de talismanes y varitas (hadas) como herramientas
para realizar sus conjuros y hechizo.
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Los
duendes, en su mayoría, se dedican a la tarea
de cuidar las plantas, los árboles y los demás
elementos de la naturaleza. Las hadas, con sus gráciles
alas que le permiten lucirse con gracia, viven entre
las flores; siendo su morada preferida los lirios,
las azucenas y las campanillas.
Por fortuna, los duendes y hadas son generalmente seres de buen augurio y capaces de prestar ayuda; otorgándole favores a quienes sepan dónde, cuándo y de qué manera pedírselo.
Al creer en la magia
y su existencia, avivamos la hoguera de nuestra imaginación
y fantasía; renovando incluso los votos de
nuestras más íntimas esperanzas
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